Anécdota ¡genial!

El insigne historiador venezolano Manuel Caballero, Individuo de Número de la Academia Nacional de la Historia, en su columna dominical del diario El Universal escribió un artículo del cual me permití extraer esta anécdota encantadora:

"Como todos los chistes anticlericales, este es atribuido a los jesuitas. Así, antes de seguir adelante, conviene aclarar que el sustantivo “jesuita”, como acaso el adjetivo “jesuítico” empleados como insultos, son anteriores a la creación por Ignacio de Loyola de la Compañía de Jesús: designaba a quienes se la daban de santos sin serlo, a los falsos “Jesús”.

Y la historia es muy conocida: para poder comerse sin remordimientos una costilla de cerdo en Viernes Santo, el cura tomó su hisopo y mientras regaba con agua bendita su plato, pronunció las frases sacramentales: “En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, yo te bautizo pargo”. Y con su conciencia limpia, sin aderezarlo con limón y casi sin masticarlo, lo hizo pasar por el gaznate con la ayuda de “un vaso de bon vino”.

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